domingo, 18 de enero de 2009

Juegos sagrados

Vikram Chandra
(Sacred games)
Mondadori, 2007
Calificación: 5/5

Cuando se empieza a leer un libro de mil páginas, existen dos posibilidades. O se convierte en una travesía del desierto, eterna y dolorosa, donde cada capítulo supone un trago de jarabe amargo y miras constantemente las páginas que has leído en los últimos treinta segundos. O por el contrario, te sumerges por completo en la historia (o historias, en este caso), pierdes toda noción del mundo exterior y sólo te das cuenta del rato largo que llevas leyendo cuando descubres con preocupación cómo van bajando las páginas que quedan para el final.

Un ejemplo de esta segunda posibilidad es Juegos Sagrados.

Tiene la enorme ventaja de situarse en la India del siglo XX y XXI, lo que le otorga una baza narrativa ilimitada, si como es el caso, se sabe aprovechar. A lo largo de la obra nos asomamos al conflicto siempre presto a saltar entre India y Pakistán, desde las masacres históricas de la Partición hasta la actual amenaza nuclear; las tensiones constantes entre religiones, hindúes y musulmanes principalmente, pero sin olvidar a los sikhs, las diversas confesiones cristianas, judíos, parsis; las tensiones entre castas, desde los solemnes brahamanes o los inquietantes kshatriyas hasta las otras castas atrasadas (OBC, other backward castes), los grupos tribales y los dalits o intocables; las inabarcables lenguas indias, de las que Juegos Sagrados recoge multitud de expresiones y vocabulario, en hindi, urdu, marathi, panjabí, bengalí, tamil, telegu, jerga de Bombay, y como lengua común y sofisticada de la élite, el inglés; las luchas políticas entre el Partido del Congreso y los fundamentalistas hindúes, que todo lo contaminan y todo lo trastocan; el lujo y la estética filmi de las películas de Bollywood, y su desconocido trasfondo de miseria moral; y por supuesto, Bombay, las guerras entre bandas mafiosas, las clases acomodadas que pueden permitise juegos amorosos, los afanosos trabajadores enfrascados en la pelea diaria por dar un futuro con mayores posibilidades a sus hijos, las buras o asentamientos de chabolas en las que se refugia toda la población que llega a la ciudad sin nada material pero con las ilusiones de una vida mejor.

A pesar de moverse entre criminales, políticos corruptos, policías embrutecidos, gurús impostores y toda clase de fauna urbana, la historia está contada con un estilo depurado e hipnótico, que le proporciona por momentos un aire épico o doméstico, brutal o nostálgico. Utiliza la técnica del relato en paralelo, donde se seguimos a un policía sikh, Sartaj Singh, y a un jefe de una banda mafiosa india de ámbito internacional, Ganesh Gaitonde. Donde empieza el relato del primero, termina el del segundo, este último se rememora en forma de flashback. Esta técnica no es novedosa, pero aquí está tratada con notable acierto, de forma que las dos historias avanzan progresivamente y se van explicando mutuamente, las investigaciones del policía dan pistas narrativas sobre las andanzas criminales del mafioso, y viceversa.

Algunos capítulos son lo que el autor llama insertos, en realidad historias breves protagonizadas por algunos personajes secundarios en otro tiempo y lugar, que contribuyen a explicar la trama argumental principal que se desarrolla en tiempo presente. Habitualmente este tipo de digresiones son, en otras novelas, un auténtico coñazo, dicho mal y pronto, que nada aporta salvo distraer gratuitamente. En el caso de Juegos Sagrados, estos insertos son uno de los mayores aciertos y su lectura resulta especialmente apetecible.

Los personajes están bien definidos, con paciencia se va desgranando su personalidad, su pasado, sus objetivos (o no objetivos) vitales; no son buenos o malos, el honrado policía puede aceptar sobornos o hacer la vista gorda ante tejemanejes, y el mafioso puede tener grandes gestos, sin que por ello cambiemos la opinión que nos merecen unos y otros. Es simplemente cuestión de supervivencia y de no volverse loco nadando contracorriente.

En resumen, una novela total. Aparentemente todo apunta a una novela negra, ya que cuenta historias de crímenes de Bombay, pero es mucho más que eso, es una novela social, una novela histórica, una novela política, una novela realista, una novela de sagas familiares. Recuerda las obras monumentales del siglo XIX, como Guerra y Paz o Los Miserables, tiene ese mismo afán por contarlo todo y desde todos los puntos de vista,... y lo consigue. Cuando se termina su lectura, uno tiene la imposible sensación de entender porque India, y por extensión el mundo, es como es.

LO MEJOR: De entre las muchas virtudes de la obra, destacaría los insertos, pequeñas joyas que en pocas páginas cuentas toda una vida y te dejan sin respiración, especialmente las que enlazan con la historia de la Partición entre India y Pakistán.

LO PEOR: Un inconveniente, no de la obra, sino de la edición. Las numerosas palabras en distintos idiomas indios enriquecen la descripción de lugares y situaciones, pero al localizarse en un glosario al final del libro, dificultan una lectura fluida si uno se quiere empapar de todas ellas. Hubiera sido preferible incluir este glosario a pie de página.

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3 comentarios:

Leonor Acaso dijo...

Me apetece! Es difícil encontrar una novela de un lugar tan distinto a nuestro mundo que enganche, porque por lo general, las pequeñas cotidianidades de India, nos resultan extrañas y distintas.
Me animaré, pero casi que con otra edición porque visto lo visto, y según lo que comentas, resulta algo incómoda de leer...

ACCIONISTA MINORITARIO dijo...

Con "Tierra roja y lluvia torrencial" recuerdo que no acertamos (y eso que prometía, ¿no?).

Este tipo de "novelas-río" que fluyen a lo largo del tiempo, atravesando distintas épocas, y te arrastran hasta el final... pero no quieres que se acaben nunca, son difíciles de encontrar y se disfrutan mucho.

Me lo apunto... Gracias!!

Abrazo!

Anónimo dijo...

Justo esta semana dos personas me han hablado de este libro...

Tiene razón Leo es difícil que un libro que cuenta cosas fuera de tu entorno te enganchen, así que este debe ser muy bueno¡¡¡